jueves, 2 de octubre de 2008

Pasen y coman...


Todos me juzgan
a primera vista
por mi brillante superficie almibarada.
Muchos se ven tentados
a hurtar
las cerezas glaseadas que me adornan.
Pocos me aprecian
por mi proporción de crema pastelera.
Nadie nunca
nota
el agujero del centro
que me define como rosca.


Poema "Rosca de pascuas", recién sacado del horno... O sea de mi "poetry workshop". Es lo que se diría un "work in progress" (expresión que está tan de moda), porque aún no lo edité.
Poema ligerito, para acompañar el té.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Té, rosca de Pascua y poesía. ¡Qué maravillosa combinación!

Saludos.

Verónica

Rayuela dijo...

No es ligerito: como el roscón de Navidad, esconde más en su interior. Lo que vemos no es siempre lo que es. Y estamos tan llenos de equivocaciones... A veces pienso lo poco que me conocen algunos que creen conocerme; en el lado contrario, me he sorprendido más de una vez de encontrar en quien no pensaba a alguien que sabe tanto de mí que asusta.

Verónika Mortissandi dijo...

Verónica: ¡Hola! Gracias por visitarme. :)

Rayuela: tenés un tercer ojo bastante activo. ¿No se te escapa nada, no? :P
Y, oootra vez, te entiendo. Me he llevado cada sorpresa... Recuerdo muchas situaciones donde personas que, a mi entender, apenas caían en la categoría de "conocidos" me sorprendieron recordando o reconociendo cosas de mí, que personas más cercanas ni siquiera conocían. Las personas no sólo sorprenden en el sentido negativo, afortunadamente.

Tacirupeca Jarro dijo...

Será por eso que yo siempre prefiero comerme el contenido del roscón, mucho más enriquecedor.
Un abrazo.

Veronika dijo...

Hola Magnolia! Gracias por pasar por acá.
un abrazo para vos también.

Saludos!