martes, 21 de octubre de 2008

La esperanza de estar triste



Es invierno,
jueves,
el Sol queda al codo
y el malvón esta solo.

La tierra está fría,
blanquecina de escarcha;
mi cabeza oscila,
angulosa, triste,
luna de pájaros grises.

Ondea mi chal verde
melancolía venteañera.
Pero llega más alto,
con el viento violáceo,
y se hace torcaza,
poesía descalza.

¡Qué distante este invierno!
Han desempleado al juego
y los nudillos son números
de un ábaco silente.

La hiedra es mi pierna
que reposa desnuda,
sobre tréboles de luz
y almácigos de pan.
La hiedra se seca.

Mi chal verde ondea
verde- vivo verde- inquieto.
Sólo esperar es olvido,
mi latido es verdadero.



Publicado en "Los nuevos escritores latinoamericanos " 2004- Tomo V- Editorial Nuevo Ser.

2 comentarios:

Lluís Salvador dijo...

Hola, Verónika:
Nos tienes abandonados...
Bueno, si es por alguna buena causa, me alegro. Pero si no, conste que te echo de menos, y como yo otros muchos, estoy seguro.
Y si me he metido donde no me llaman, borra el comentario, no faltaba más.
Pero, ¿un poema? ¿una entrada pequeñita? Para tranquilizarnos.
Un saludo.

Veronika dijo...

¡Hola Lluís!

Sí, los he abandonado y me he abandonado a mí también.
Estuve complicada, aún lo sigo estando, pero necesitaba volver a mi pequeño barco de papel... aunque éste sea virtual. Extrañaba mis lecturas diarias, los blogs amigos y los comentarios.

Te agradezco el interés, Lluis. ¡Saludos!